Pues sí, de Windows Vista a Windows XP. Mi sobrino se compró un portátil Toshiba A-300 que venía, como no, con Windows Vista preinstalado y digo preinstalado porque en realidad es así, al encenderlo por primera vez es cuando se instala el sistema.
El caso es que a él no le gustaba el Vista, y además, tal y como sucede a muchos usuarios, tenía problemas con la conexión wifi, ni en su casa con un router moderno, ni en la mía conseguimos que funcionara, ante eso fue tajante:
- Cómprame un Windows XP, instalamelo, y quítame el Windows Vista.
Antes de lanzarme a comprar un Windows XP Home, comprobé que en la página oficial de Toshiba había drivers para el modelo A-300 y para el sistema Windows XP.
Como así era, me los descargué todos pero, no encontré por ningún lado los drivers SATA, y puesto que en el portátil el disco duro es Sata y los necesitaba, para llegado el caso utilizarlos desde una disquetera USB o bien, integrarlos con el propio Windows XP en un nuevo Cd de instalación con el programa nLite, me puse a buscar por ahí, aunque sin resultado,
Al final di con la solución, las BIOS en alguno de los portátiles modernos tienen una opción “SATA Mode” que modificándola y poniéndola en «modo compatibilidad», podremos instalar Windows XP sin que nos pida los dichosos drivers o peor aún, que no nos reconozca el disco duro.
Con los drivers guardados y el flamante Windows XP Home, me dispuse a realizar el cambio. Lo primero fue realizar por duplicado los DVD,s de rescate con el programa de Recovery del portátil, al fin y al cabo tiene un novísimo Windows Vista que quizás dentro de unos meses decida utilizar.
Creado el Recovery, debidamente etiquetado y guardado, introduje el CD de XP en el lector, cambié la secuencia de arranque en la bios para iniciar desde este y borré las particiones del disco duro, dejando intacta la oculta que trae con los datos del Recovery de Windows Vista por si acaso la necesitase en el futuro.
Como digo, borré las dos particiones que traía, ya que considero que particiones de unos 150 GB son demasiado grandes. Le creé una de 70 GB para el sistema operativo, los programas instalados y las descargas y otras dos particiones de 110 GB aproximadamente, una para sus documentos particulares y otra para música, fotos, etc.
Instalado el XP, todo fue bien, procedo a instalar los drivers, y aquí un aviso por si alguien necesita hacerlo:
«Instalar el controlador wifi antes que los drivers del bluetooth»,
pues de lo contrario, no lograréis hacer funcionar la conexión inalámbrica, y es que según me sucedió a mí, es como si se apropiara de ella, tan sólo desinstalando el bluetooth, instalando los drivers wíreles y después, cuando se comprueba que funciona correctamente, instalar el driver bluetooth, al menos fue así como lo conseguí.
Finalizada la instalación de Windows XP en el portatil, los drivers, configuraciones, optimizar el sistema, programas que utilizará, etc. y comprobado que todo funcionaba correctamente, solo me restaba hacer una imagen de disco.
Para ello utilicé el programa Ghost de tal modo que en el futuro, los próximos formateos que tenga que realizarle al portatil, en lugar de estar unas 3 horas instalando y actualizando, lo tendré todo funcionando en 10 minutos.
Y hasta aquí mi entretenimiento del pasado fin de semana, a ver que encuentro para el próximo. 😉
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