Blog Action Day 2009. Durante siglos en la tierra existía el día, mientras el sol alumbraba, y la noche, cuando el sol dejaba de alumbrar, la tierra y los seres que la habitaban seguían esos ciclos, se dormía de noche y se trabajaba en cuanto salía el sol.
Con la llegada de la era industrial, algo empezó a cambiar, empezaron a nacer industrias en las que también se trabajaba de noche y empezamos a trastocar los ciclos naturales.
Eso, y que las formas de vida fueron modificándose, llegando al actual estado del “bienestar” en el que podemos disfrutar del ocio las 24 horas del día, hace que a veces sea difícil, mirando nuestros cielos, saber si en las ciudades es de día o de noche, por la luminosidad existente, o mejor dicho por el derroche de luminosidad que sufrimos.
La contaminación lumínica puede definirse como la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades, direcciones, rangos espectrales u horarios innecesarios para la realización de las actividades previstas en la zona en la que se instalan las luces (Wikipedia).
Y es que no nos engañemos, no hay ciudad que tenga un diseño de alumbrado exterior eficiente, en pocas, si es que las hay, existe una regulación del horario de encendido y apagado de iluminaciones publicitarias, con los monumentos u ornamentos sucede lo mismo y no hablemos del derroche energético en el que incurren las ciudades en cuanto llega alguna festividad (normalmente se enciende el alumbrado navideño casi dos meses antes de dicha fecha) y si observamos los artilugios (farolas, apliques, torres de luz, etc.) que se encargan de alumbrar nuestras ciudades nos daremos cuenta, sin ser entendidos en la materia, de que con menos luz, pero con un diseño más orientado a alumbrar las calles y no el cielo, sería más efectivo.
La contaminación luminosa se origina porque la luz, o mejor dicho, el exceso de luz que además está mal orientada, interactúa con las partículas del aire, desviándose en todas direcciones.
Si además existen partículas contaminantes en la atmósfera (humos, partículas sólidas) o, simplemente, humedad ambiental, el efecto se multiplica alterando la calidad y condiciones naturales hasta el punto de que puede llegar a hacer invisibles tanto las estrellas como cualquier cometa o constelación que antes era muy fácil de observar.
Un ejemplo de ello lo tenemos en el característico halo luminoso que recubre las ciudades
“Cuando la luz es enviada lateralmente, hacia arriba o hacia los espacios en donde no es necesaria no proporciona seguridad ni visibilidad y es un despilfarro de energía y dinero”.
Esto lo vienen denunciando desde hace muchos años Asociaciones de ecologistas, por desgracia nuestro gobierno, ni el actual ni el pasado, y para más desgracia aun, posiblemente ni el venidero, hace nada para remediarlo, aunque según sus propios datos el crecimiento medio hasta el año 2007 es de un 4,7% es decir que aunque estamos en plena crisis, el Gobierno recorta de otros sitios, y aun reconociendo que el aumento es espectacular (del gasto de energía y de dinero) no hacen nada para intentar ahorrar energía, aunque sea una poca, legislando para evitar el despilfarro del exceso de iluminación, obligando a que se use la iluminación nocturna sólo cuando sea necesario y en la cantidad requerida, obligando a que se apaguen las luces externas publicitarias a determinada hora y a que cambien las actuales farolas o torres de luz para que la luz esté dirigida hacía abajo, que es donde se necesita.
Y al tiempo ayudarían a disminuir, que se puede, la contaminación lumínica que se va sumando con las demás contaminaciones que la vida del hombre moderno está produciendo, además de reducir la contaminación liberada a la atmósfera en la fase de producción de este exceso de energía.
Y luego, El Ministerio de Industria, se permite “sugerirnos” a nosotros que ahorremos energía, regalándonos una bombilla de bajo consumo e instándonos a que cambiemos todas las de la casa, ¡Cómo si nosotros no supiéramos ahorrar energía al precio que está en estos momentos y con la crisis que tenemos encima!
De Interés:
– Receta de salsa de tomate. Cocina fácil.
– Recuperar imágenes perdidas con Digital Photo recovery.
– De Fotografía a pintura con Photoshop.
– Borrar archivos temporales de Windows con ATF Cleaner.
– Renombrar imagenes en lote con FastStone Image Viewer.
Uno no se da cuenta de la cantidad de contaminación lumínica que le rodea hasta que se va al campo en medio de la nada y mira al cielo por la noche.
¡Qué razón tienes amigo!. Incluso sigue habiendo estrellas y demás. 😉