Días de menta y canela de Carmen Santos

Nochebuena de 2003, en la ciudad alemana de Dusseldorf es hallado el cadáver de un anciano de origen español en una cochambrosa buhardilla. En ella, sentado en una butaca llena de mugre y porquería, encuentran su cuerpo y una Biblia con unos pasajes marcados.

En España, Clara Rosell, una mujer madura, con una carrera de periodista recién estrenada, se va abriendo camino en un periódico local, después de pasar años dedicada únicamente al cuidado de sus hijos, buscando que escribir en el periódico, lee el triste suceso en un diario alemán y recuerda los años en los que ella y su familia estuvieron de emigrantes en Alemania.  A partir de ahí y recordando momentos duros, siente la necesidad de investigar esa muerte, y sobre ese anciano al que nadie reclama y las circunstancias de la muerte en soledad.

Logra convencer a su jefe en el periódico de que sería una buena historia y comienza la investigación.

Ésta la llevará a conocer y contactar con el hijo del difunto