O al menos eso fue lo que le sucedió a nuestro amigo Lur.
Un esperpéntico suceso con un guarda del parque, que determina que con el equipo fotográfico que lleva, es un fotógrafo profesional y por tanto no puede hacer fotos.
Y un kafkiano dialogo a tres en el despacho del Director del Parque de Timanfaya, Lur que pregunta a la secretaria del director, ésta que, por medio del teléfono, le transmite la pregunta al Director del Parque, quien a su vez le responde, para que luego se lo comunique a Lur, y cuando éste vuelve a preguntar, vuelta a empezar, sin que en ningún momento haga la más mínima intención de abrir la puesta que los separa, recibirlo y comunicárselo en persona.
Aquí, contado en primera persona todo el suceso.
En fin, algo lamentable, muy lamentable y que hace que nos pensemos mucho lo de visitar el precioso parque.
Gracias por recoger la noticia, desde luego que es una verguenza y vivi el tema casi en directo porque me lo contó Gorka por teléfono según le estaba pasando…
Fernando llega un poco más lejos, mirad -;)
No sabéis cuanto me ha sorprendido esto que ha ocurrido. Desde luego el guarda ese día tenía estar confundido de lugar y trabajo, pues todo turista, viajante o como quieran llamarlo no tiene negado poder hacer fotos; en caso contrario, ¿estaba notificado en algún sitio?. Por favor, donde vamos a llegar… Aún no lo creo. Eso sí, todo mi apoyo, pues no me parece nada, nada justo ni normal el hecho.
Saludos.