Preparar la lista de la compra

Es habitual que leamos habitualmente recomendaciones referentes a como realizar nuestra compra diaria con el objetivo de reducir el gasto y ahorrar, o al menos, para no malgastar nuestro dinero.

Una de las recomendaciones suele ser la de preparar una lista de la compra con los alimentos a adquirir y además, como condición, tratar siempre de realizar la compra con el estómago lleno.

En cuanto a la primera opción, quería haceros una recomendación personal a la hora de preparar vuestra lista de la compra y es que creo, al menos por lo que suelo ver a diario, que en mayor o menor medida se suelen cometer muchos y graves errores en su confección.

Generalmente la lista de la compra la elaboramos en base a «rellenar mentalmente» una serie de espacios vacíos de nuestros armarios, despensas y nevera, que estamos acostumbrados a ver ocupados por alimentos y artículos determinados.

¿Cómo se suele confeccionar la lista de la compra?.

Abrimos la nevera.
Miramos la balda que ocupan los postres y empezamos a escribir:
4 Yogures, 4 Flanes, 2 Natillas, 4 Copas de chocolate, 3 Arroz con leche, etc.

Miramos la balda de embutidos y seguimos con la lista:
Chorizo, Salchichón, Jamón cocido, Jamón serrano, Queso, etc.

Miramos la balda de la verdura y seguimos con la lista:
Alcachofas, Espinacas, Lechuga, Col, Judías verdes, etc.

Miramos la balda de los vegetales y seguimos con la lista:
Pimientos verdes, Pimientos rojos, Apio, Puerros, Cebolla, Nabo, Berenjena, etc.

Miramos la balda de la carne y seguimos con la lista:
Chuletas, Filetes de cerdo, Filetes de ternera, Pollo, Carne para el cocido, carne picada, Chorizo, Morcilla, etc.

Miramos en la puerta el espacio para las salsas y seguimos con la lista:
Salsa barbacoa, Salsa rosa, Salsa de soja, Salsa mayonesa, Salsa americana, Salsas de yogur, Salsa picante, etc.

La misma secuencia a seguir con el pescado, los congelados, refrescos, marisco, etc.

Abrimos los armarios o despensas y seguimos con nuestra lista:
Bollería para el desayuno:
Galletas,  Bizcochos,  Magdalenas,  Bollos de chocolate, Palmeras,  Pan de molde, etc.

Fruta:
Manzanas, Peras, Uvas, Mango, Fresas, Plátanos, Melón y/o Sandía, Melocotones, Naranjas, Mandarinas, etc.

etc, etc, etc….

Otros elementos como detergente, suavizante, productos de limpieza, lavavajillas, especias, leche, etc. digamos que si podrían seguir esta norma del espacio vacío, aunque no necesariamente en cuanto a la marca.

Sin duda alguna, en esta lista de la compra variedad hay pero, ¿tenemos tiempo para consumir tantos elementos?. ¿Es necesario tener todos los días la nevera y armarios llenos de varias unidades para un mismo cometido, cuando solo vamos a tomar una ración de alguna de ellas?.

Si pensamos un poco, seguro que todos hemos preparado una lista de la compra de estas características, abriendo y cerrando armarios, nevera y demás, cayendo en este error, el del rellenado del hueco vacío con los mismos alimentos que tenemos por costumbre ver allí y además, tratando de disponer de una excesiva variedad de elementos para un mismo cometido.

Preparando la lista de la compra.

En su lugar te propongo preparar una nueva lista de la compra que se ajuste a tus necesidades reales y sobre todo, a las posibilidades de consumo en el tiempo.

De este modo vas a evitar tirar a la basura a posteriori, como suele ocurrir en tantas ocasiones, cantidad de botes, paquetes y latas abiertos de no se sabe cuando, alimentos caducados, deteriorados o perdidos en el fondo de un armario, etc.

Vamos a empezar a confeccionar la lista de la compra pero, SIN detallar los alimentos que necesitamos, sino la categoría (postres, desayunos, carnes, pescados, verdura, fruta, etc) y ya después, en función del precio, tiempos de caducidad y las ocasiones del mercado (ofertas, alimentos de temporada, etc.) seleccionas los elementos.

Piensa un momento lo que más o menos vas a necesitar para elaborar las diferentes comidas de los próximos días y en función a ello vamos a preparar la lista.

2 Carne — > (para 2 días o platos).
4 Fruta — > (para 4 días o raciones).
3 Verdura — > (para 3 días o platos).
3 Pescado — > (para 3 días o platos).
4 Embutido –> (para 4 días o raciones).
3 Bollería –> (para 3 días o raciones).
3 Postre –> (para 3 días o raciones).

Ahora ya con la lista en tus manos ve al mercado o supermercado y busca los alimentos de cada una de tus categorías, cuyos precios se ajusten más a tus posibilidades y en las cantidades oportunas que tengas capacidad de consumir.

No tengas miedo a salirte de tus productos habituales, amplia tu espectro de compra y ello te dará además de mayor diversidad culinaria, más opciones y posibilidades de compra en el futuro, pero sobre todo, eliminará ese chip o foto que alguno tiene metido en mente, en el que por ejemplo, en su frutero ve habitualmente manzanas y peras en lugar de un recipiente para fruta y en el estante de la nevera tiene 6 productos diferentes para un mismo cometido.

Aprovecha ofertas y descuentos para realizar un mayor volumen de compra, lo congelas y lo utilizas cuando su precio en mercado sea superior o esté fuera de temporada, como indicábamos en los Consejos de cocina Ahorrar y reducir gastos en la cocina.

Con la compra en casa y lo que ya tienes en los armarios y nevera, prepara un boceto o esquema con los menús para los próximos días, así evitarás improvisar y distribuirás mejor los alimentos que tienes en casa y los que has adquirido.

Al final, seguro vas a notar un descenso del gasto en tus compras y sobre todo, un mejor aprovechamiento de los alimentos que adquieras a partir de ahora. Seguro que además vas a contar con más espacio en los armarios y en la nevera y posiblemente más fondos en tu cartera. 😉

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