Coleccionables para mitigar el sindrome postvacacional

Fascículos de todo y para todos.
Llega septiembre y con septiembre no sólo llega la vuelta al cole, o la vuelta a la oficina, llega también la época en que nos bombardean en prensa, y TV especialmente, con una especie de plaga de coleccionismo.

¿Será que el síndrome post-vacacional es tan fuerte que lo intentamos combatir con dosis de consumo disfrazado de «cultural»?
Y es que, principalmente en septiembre, aunque luego se repite en enero, los fascículos de las colecciones más variopintas llenan los quioscos.

Esto, que no es nuevo, lleva ya varios años, décadas diría yo, pero por lo que podemos apreciar, cuando llega el mes de septiembre, coincidiendo con el inicio del año lectivo, cada año surgen nuevas colecciones de, como he dicho, lo más variopinto (lo último que he visto ha sido una colección de rosarios).

DVD con la discográfia, o filmografía de casi cualquier cantante, grupo o actor, enciclopedias de casi cualquier cosa, coches de cualquier tipo (Aunque nunca he visto el troncomóvil de Pedro Picapiedra) perfumes, barcos por piezas, aviones, miniaturas de dedales, de juegos de café, casas de muñecas, etc., etc., etc., y desde hace unos años, las editoriales han visto otro filón en este mes que luego se reproduce en el mes de enero, el de los buenos propósitos para aprender inglés, dejar de fumar, llenan los quioscos de tal forma que, los que están situados en la vía pública acaban por ponerlos en el suelo o apoyados en la pared de enfrente y los demás haciendo cabriolas para poder pasar.
Mi quiosquero suele decir que en el mes de septiembre y enero, no le caben los periódicos en el quiosco, ya que está lleno de cartones que no sabe que narices hacer con ellos.
Y ante todo esto, yo me pregunto, ¿alguien acaba las colecciones? porque para acabar una colección de estas hacen falta unas dosis de paciencia que ni aunque te la pinchen en vena, puesto que los hay de hasta cien, o más fascículos, (un ejemplo de hace algunos años que me ha contado mi vecino fue Construya el Victory, una colección para montar el buque que Nelson capitaneo en la batalla de Trafalgar que después de 63 fascículos te permitía emular en tu bañera la gloriosa hazaña, o el Hummer radiocontrol, el cual constaba de 75 fascículos, y con el que después podías montar la maqueta del Hummer H2).
Y aun en el caso de que tengas la paciencia y el dinero suficiente para querer terminar la colección, la tarea, a partir del 2º o 3º fascículo se vuelve ardua, ya que las editoriales en el número de lanzamiento distribuyen muchos ejemplares, pero luego van reduciendo, siendo el caso que a un determinado quiosco, con el número 1 le lleven 25 y con los siguientes apenas 2 ó 3, con lo que si tienes voluntad de seguirla has de emprender un peregrinaje de quiosco en quiosco a la búsqueda del número correspondiente.
Y otra cosa es el precio, el fascículo de lanzamiento en la mayoría de los casos no supera los 2 euros, para multiplicarse por 3 ó por 4 en los siguientes.
Las Asociaciones de Consumidores nos recuerdan que a partir del segundo fascículo su precio aumenta de forma considerable. Este incremento se acerca al 150% de media, llegando en algunos casos a aumentar 10 veces su valor (pasar de 1 ó 2 € la primera entrega a 9’99 € las similares a esa primera) o a subir hasta 10 € (de 9’95 € a 19’95 €).
Y los niños tampoco se escapan, también intentan engancharlos a ellos.
Colecciones de Los Lunnis (han sido protagonistas de varias colecciones) luego fue la Lunniclopedia, muñecas Barriguitas, o las mil ediciones de Erase… colecciones de literatura infantil, fantástica, o de cualquier monstruo que en estos momentos esté de moda, por no hablar de las camisetas de equipos deportivos.
De todos modos, debo reconocer, que en muchas ocasiones, las ofertas de lanzamiento son tan interesantes que todos hemos aprovechado para adquirir ese libro o ese DVD que nos llamaban la atención, aunque no teníamos en mente seguir la colección.
Foto cedida por Fernando De Silva

18 comentarios sobre “Coleccionables para mitigar el sindrome postvacacional

  1. Pues si, no será la primera vez que compro algún primer fascículo por su bajo precio, sobre todo libros y demás aunque no tenga intención alguna de completar la colección y es que no está la economía como para andar jugando.

    Entiendo que este es un tema que los propios editores saben y tienen en cuenta por tanto, no nos engañamos ninguno. 😉

  2. Reconozco haber comenzado una, pero nunca terminé. Se hacen eternas y por más que te gusten no siempres puedes mantener el nivel de las compras de las etapas… hay veces que si miras el total, vale más incluso el ir directamente a comprar uno a un centro comercial.

    CLaro, la satisfacción de montar o ir añadiendo a la colección es impagable en el tiempo.
    A mi me gusta y no lo niego, pero es para pensarlo dos veces.
    Ya lo dice dest, ninguno nos engañamos 😉

  3. Yo jamas he empezado una coleccion, asi que terminarla se me hace muy dificil.

    Lo que si he hecho es comprar una entrega porque lo que traia me interesaba… sobre todo en las primeras, a veces encuentras pelis o libros por 1.95 o asi..

  4. Efectivamente hay colecciones que se pueden hacer eternas (recuerdo a mi madre con un belen, creo que tardo año y medio en tener todas las figuritas). Hay otras que salen más caras y horrorosas de coleccionar, debe ser un martirio los que se apunten a los de construcción de barcos, coches y aviones, que si un ala por aquí, que si ahora el asiento, estoy segura que la pieza clave para poder armarlo te lo dan en el último fásciculo, por eso de mantener la «intriga», jajaja.

    Yo he hecho 2 colecciones, una la hice reservando en el quiosco los fásciculos y sin problema, y la otra me inscribi para que me los mandaran por correo y hasta te dan algun regalito (que no es que sea gran cosa en algunos casos, pero ya es más de lo que te dan por ir al quiosco).

    Y alguna vez lo de comprar el primer fásciculo de alguna de libros o pelis si me interesa, pues también.

    Todo es cuestión de hacer cuentas y que realmente lo quieras, porque hay algunos que salen realmente caros, pero hay otros que no son tan caros lo que pasa es que da pereza, jajaja, pero no pasa nada, con esperar a la siguiente vez que lo vuelven a empezar.

  5. Ya te digo que vuelven a empezar, cada pocos años la tenemos de nuevo en el quiosco.

    Menos una que hicimos en casa hace chopocientos años, que no ha vuelto a salir, y mira que la estoy esperando para comprar de nuevo los archivadores que se me han «escogorziado» pero nada, esa no sale.

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